Hoy dimos
inicio a la filosofía del adolescente. Puntos importantes: el lóbulo frontal
aún no está desarrollado, ¿qué significa? Que el joven no raciocinio como lo
haría un adulto. No es que sea menos, sino que tanto el joven como el adulto
ante la misma situación fan a tener procesos diferentes de pensamiento y
llegaran a conclusiones en la mayoría de los casos completamente diferentes.
Segundo punto importante, el joven tiene las “AMIGDALAS” más grandes, a lo cual
se le puede señalar como base para su estado emocional cambiante.
Pero sobre
lo demás, el joven no adolece. El adulto por décadas lo ha colocado en ese
lugar para poder justificar el no comprender al joven aun cuando cada uno de
nosotros hemos pasados por esa etapa. ¿Entonces cuál es la verdadera situación?
En primer lugar, el joven no esta mal. Esta redescubriendo su mundo y haciendo
sus primeros lasos como individuo social. Ya fuera del control de sus padres. Segundo los adultos debemos admitir que esta
etapa nos produce miedo, porque juzgamos el comportamiento de un joven según la moralidad adulta. Juzgando los
posibles actos que nosotros como adultos haríamos, estando en su lugar. La malicia se inicia en el
joven según a lo que está expuesto, pero es el adulto el que toma la situación
personal y como una falta a sí mismo.
Durante la
semana pasada hemos descubierto que no debemos ser sol, que debemos ser
estrellas y aceptar que todos brillamos, más aún que podemos disfrutar el cómo
brillan cada uno de nuestros compañeros nos hace crecer. El admitir que me
gusta ser sol no fue difícil, lo difícil es encontrar una forma de controlarlo.
Por ahora intento quedarme callada en los primeros minutos de discusión,
intento no sentirme mal cuando no soy escogida y sobre todo intento ver la luz
brillar en los compañeros de la comunidad. ¿Es fácil? No, para nada… pero el
camino es lo que nos hace llegar a donde necesitamos llegar y allí, debemos
mirar atrás sonreír y volver a comenzar.
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